"To do is to be" -Nietzsche

"To be is to do" -Kant

"Do be do be do" -Sinatra

miércoles, 17 de noviembre de 2010

But not for me

Una vez ya nos hemos adentrado en la música clásica, podemos hablar de su hermana menor, la música de jazz. Uno de los autores que me ha llamado la atención -siendo justos, porque es guapo- ha sido este señor, Chet Baker, trompetista.
Una música suave y elegante pero con una melodía ensalzada sirve tanto como música de fondo como para escuchar en una tarde de noviembre. Puede mantener tu interés sin hacerse pesada.
He de decir que una servidora se cansa del jazz en un espacio de tiempo más o menos definido, por eso tal calificación.




Respecto a Baker (1929-1988), decir que era hijo de guitarrista y desde pequeño su vida estuvo guiada por la música. Estuvo en varias bandas y su primera grabación es una jam session. Adicto a la heroína y la cocaína, murió al caer de una ventana estando drogado.

De su innumerable discografía, os dejo el que considero uno de sus mejores temas:





http://open.spotify.com/track/4WNcaMgJw9Bw9zJep0wJvC

sábado, 13 de noviembre de 2010

Vivace, los mejores 10 minutos

Beethoven, Piano Concerto No. 4 (III. Rondo, sol mayor)

Escrito para piano y orquesta, esta contiene 1 flauta, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagots, 2 cornos, 2 trompetas, timbales y cuerdas.
Es un concierto clásico de tres movimientos: allegro moderato, andante con moto y rondo (vivace).

El tercer movimiento es el más rítmico. Cual discusión matrimonial, se suceden las intervenciones de forma rápida y clara, dejando de manifiesto la postura de cada una. Para crear un mejor efecto, el tema principal comienza con la subdominante (do mayor) y evoluciona hasta llegar a la cadencia de la tónica (sol mayor).

El estreno privado y el público fueron ambos interpretados con Beethoven al instrumento solista. El concierto quedó en el olvido hasta que Mendelssohn lo recuperara 29 años más tarde.



http://open.spotify.com/track/32NpttZ1Wm2crPcITQJX7N

viernes, 12 de noviembre de 2010

War Requiem

Soy consciente de que, al no poder competir con Lady Cabrera en materia musical, la única manera que tengo de introducir las obras es con un contexto histórico adecuado, seguido de alguna curiosidad de pedante índole.
Como parte de un debate casi tan viejo como el arte mismo, llevo tiempo discutiendo con ella sobre si el peso, en arte, es más bello que la levedad. La obra que aquí presento es la apoteósis del peso musical.

Según se me comentó, el Réquiem de Guerra se estrenó el 30 de mayo 1962, en la inauguración de la nueva catedral de Coventry, al lado de las ruinas de la antigua -destruida por la operación "Sonata Claro de Luna", de la Luftwaffe. Britten, que ya había estado intentando escribir una obra pacifista de gran embergadura, recibió el encargo para ésta en 1960, y lo que creó fue un réquiem anómalo.
Entre los clásicos textos en latín, cantados por el coro, se intercalan poemas de Wilfred Owen (1893 - 1918), que murió en la Gran Guerra y entre cuyos papeles se encontraron decenas de poemas sobre la inutilidad de la guerra. Estos poemas, en inglés, son cantados siempre por los solistas (que a veces acompañan al coro).
En este sentido, tenemos que los dos solistas varones, el tenor y el barítono, interpretan a dos soldados que, durante la guerra, se matan mutuamente. La solista soprano y el coro adulto interpretan las plegarias por sus almas ante el Creador, y el coro de niños representa al Cielo.
En este fragmento, el final de la obra, titulado Let us sleep now, las almas de los dos soldados ascienden al cielo.
Los textos los subiré en otra entrada, si los subo alguna vez.


Benjamin Britten


Libera me, III

jueves, 11 de noviembre de 2010

Como un perro verde

Tocata y fuga en re menor, BWV 565

Poco queda por decir sobre el músico cuyos pies estaban ejercitados a la par que sus oídos. Hay quien duda de la autoría de esta obra; sin embargo, encontramos rasgos propios de Bach, así como un inconfundible talento: por una parte, el hecho de que este contrapunto sea creado entretejiendo un considerable número de voces, lo que dificultaría su interpretación en las cuerdas de un violín; por otra, que la pieza presenta la inconfundible influencia del maestro organista Dieterich Buxtehude, a quien Bach visitó en uno de sus conciertos (realizando una auténtica hazaña a pie).

En lugar de analizar con exhaustividad la tocata y fuga de pe a pa, expondré los puntos más curiosos acerca de ella.
Para la época en que fue escrita, destacan elementos extraños o muy extraños como: octavas paralelas en la apertura de la tocata, respuestas en subdominante en la fuga, un pedal de declaración sobre el tema, armonías con contrasujetos en la fuga que se mueven a través de terceras y sextas, conclusión de la pieza en una cadencia menor plagal.

Un hombre curioso, nuestro amigo Johann...




Spotify:
http://open.spotify.com/track/6tmFjTWkPw866t636CagXy

Para Joseph Haydn

Beethoven, Piano Sonata No. 1 in F minor, Op. 2, No. 1 (1795)

Esta sonata es otra de las obras maestras del genio musical con más fuerte temperamento. Dedicada a Haydn, inicia su primer movimiento (fa menor) con un tema similar a la sinfonía número 40 de Mozart, si bien este perderá importancia en favor del segundo tema, que será desarrollado acompañado por octavas en la voz del bajo.

El segundo tema, más lírico y ornamentado, comienza en fa mayor, mas modulará a lo largo de su desarrollo, de una forma natural que sólo los grandes de la música pueden conseguir.

Nos ofrece un respiro el tercer movimiento (fa menor), con una estructura clara y típica de un minueto y un tema que pasa por ambas manos.

Nos encontramos en el cuarto y último movimiento, en fa menor. Si bien parecía que Ludwig nos ofrecía un respiro en el anterior movimiento, se trataba de una ilusión. Sus octavas (como no las vimos en el primer movimiento), su tempo prestissimo y su sorpresiva modulación hacen que esta obra represente un reto casi virtuosístico para los ejecutores de su instrumento.

Que lo disfrutéis.





Enlace para spotify:

http://open.spotify.com/track/50mobn4MLbgktzjoLj6v76